La belleza de las Islas Cíes no reside únicamente en sus playas paradisíacas y sus largos senderos con vistas idílicas, sino que, también, en su alto valor medioambiental, aguas de calidad y grandísima diversidad biológica.
La fauna de las Islas Cíes
Gracias a las características de su ecosistema marítimo-terrestre único, las Islas Cíes son el hogar idóneo para multitud de especies de fauna, incluso, existiendo algunas autóctonas que son únicas en todo el mundo. Además, este lugar es fundamental para la cría de ciertas especies en peligro de extinción.
Fauna marina
La gran diversidad marina de las Islas Cíes se debe, en parte, a que el agua de este archipiélago aporta muchos nutrientes debido a sus excelentes condiciones oceanográficas.
Por eso, las aguas de las Islas Cíes están llenas de vida: entre más de 200 algas habita una amplia diversidad de peces, moluscos y crustáceos, como sepias, rayas, anémonas, caballitos de mar, esponjas, entre muchas otras especies.
Los mamíferos marinos también están presentes en el archipiélago. Concretamente, el delfín común y el delfín mular suelen visitar las aguas de las Cíes y de la ría de Vigo. Algunos de mayor tamaño, como las orcas y las ballenas azules también se pueden ver habitualmente.
La fauna marina en las Islas Cíes es tan importante que se han llevado a cabo proyectos que buscan proteger y estudiar estas especies. Por ejemplo, el Proyecto Hippocampus estudia las especies de caballito de mar del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia. De hecho, en las Islas Cíes se encuentra el hippocampus guttulatus, el cual está catalogado como especie amenazada.
Fauna terrestre
Fuera de las aguas de las Islas Cíes también se pueden encontrar otros mamíferos, como conejos, erizos y reptiles. Concretamente, entre la variedad de reptiles que aquí habitan, destacan el lagarto arnal, el eslizón ibérico y el lución.
Incluso una pareja de nutrias han hecho del archipiélago su hogar, existiendo una zona conocida como la “cueva de las nutrias”, aunque, en realidad, ha pasado mucho tiempo desde que se avistaron por última vez.
Una pequeña problemática de la fauna terrestre de las Islas Cíes son las especies invasoras, como el visón americano, que amenazan a las especies autóctonas. Además, en este archipiélago habitan especies que están en peligro de extinción, como el sapillo pintojo ibérico.
Fauna aérea
La fauna aérea es una de las más abundantes y conocidas de las Islas Cíes y, especialmente, destacan dos especies.
Por un lado, la gaviota patiamarilla, ya que en Cíes habita una de sus mayores colonias mundiales, con más de 18.000 parejas reproductoras. De hecho, se trata de la mayor concentración de esta especie en Europa.
Por otro lado, destaca también el cormorán moñudo. La colonia más importante de esta ave marina está en Cíes y tiene entre 700 y 1.000 parejas reproductoras.
Además de estas dos especies, existen muchas otras aves que crían o emigran en las Islas Cíes, enriqueciendo así su diversidad biológica. Algunos ejemplos son el alcatraz, el paíño europeo o el halcón peregrino. Esto ha llevado a que las islas fueran designadas como Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA), con la presencia de áreas cerradas y protegidas destinadas específicamente a la cría de aves.
Gracias a la grandísima variedad de aves que se hallan en Cíes, el archipiélago se ha convertido en un punto de referencia para el Turismo Ornitólogo.
Siguiendo la ruta del Monte Faro puedes llegar al Observatorio de Aves, desde el que podrás contemplar todas las gaviotas patiamarillas que anidan en los acantilados y los cormoranes moñudos que se hallan en las zonas más próximas al mar. Además, desde este observatorio podrás disfrutar de unas vistas espectaculares del Lago dos Nenos y de la Playa de Rodas.
La flora de las Islas Cíes
La flora de las Islas Cíes es muy variada, ya que en el archipiélago existen distintos ambientes naturales. De hecho, las partes oriental y occidental de las islas presentan paisajes y vegetación muy distintos.
La parte oriental, junto a la ría de Vigo, cuenta con un paisaje suave, destacando sus idílicas playas y dunas. En cambio, de la parte occidental, orientada hacia el océano Atlántico, impresionan sus pendientes y acantilados profundos.
Un factor muy importante para la biodiversidad de las islas es el clima. Las Cíes tienen un clima suave, con poca lluvia pero vientos fuertes habituales. Estos vendavales traen consigo el salitre del mar, dando lugar a más de 200 especies vegetales terrestres y más de 300 algas marinas.
Flora terrestre de las Islas Cíes
En primer lugar, se encuentran los acantilados y roquedos cercanos al mar. En estas zonas es donde más se nota la presencia del salitre, que permite únicamente la supervivencia de las plantas más adaptadas, como el perejil de mar o la clavelina. Esta vegetación se suele ver afectada por las aves de la isla, que tienden a asentarse en estas zonas.
En segundo lugar, los arenales y dunas también conforman uno de los ecosistemas más importantes de las Cíes. Estos medios de gran aridez obligan a la vegetación a tener adaptaciones especiales, como colores claros que reflejen el sol, raíces profundas para alcanzar los depósitos de agua, etc.
Algunas de las especies que se pueden encontrar en estas zonas son el barrón, la azucena de mar o el alelí de las playas, entre muchas otras. Todas ellas son plantas de protección obligada y con una distribución muy restringida.
En tercer lugar, se encuentran los matorrales, destacando los tojos y endrinos, de carácter submediterráneo. Esta vegetación es la que más se puede ver en la superficie terrestre de las Cíes.
Finalmente, cabe destacar que, en las zonas más resguardadas del viento, se pueden encontrar pequeños bosques formados por árboles autóctonos, como el roble melojo.
Flora marina en las Islas Cíes
Aunque la mayor parte de la flora de las Islas Cíes es forestal, de matorral y de acantilado, la calidad del agua también propicia una gran diversidad marina en las islas.
La flora marina está especialmente condicionada por la luz, las olas y la profundidad del océano. En las islas exteriores abundan grandes algas largas, que llegan a formar bosques submarinos. También se pueden encontrar fondos móviles formados por algas calcáreas y fondos de cascajo formados por restos de conchas.
Sin lugar a dudas, las Islas Cíes son un destino idílico para aquellos amantes de la naturaleza. Tanto en el fondo marino, como en tierra firme, se pueden encontrar una amplísima diversidad de especies y ecosistemas, así como paisajes únicos.
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