La Historia Geológica de las Islas Cíes

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Las Islas Cíes, situadas en la entrada de la Ría de Vigo, son uno de los enclaves naturales más valiosos de Galicia. Más allá de sus playas y acantilados, estas islas constituyen un auténtico libro abierto de la historia geológica del Atlántico. Su formación, compuesta principalmente por granito paleozoico, y su modelado por procesos tectónicos, climáticos y marinos, han dado lugar a un paisaje singular que revela millones de años de evolución geológica.

Origen geológico y contexto tectónico de las Islas Cíes

El archipiélago de las Cíes se enmarca dentro del Macizo Galaico, una de las estructuras geológicas más antiguas de la Península Ibérica. Sus rocas se formaron hace aproximadamente 300 millones de años, en el Paleozoico, durante la orogenia Varisca, un proceso de colisión continental que levantó cadenas montañosas y consolidó los materiales graníticos que hoy conforman la base de las islas.

Estas masas graníticas, ricas en cuarzo, feldespato y mica, son especialmente resistentes a la erosión, lo que explica la solidez de los acantilados y promontorios. La posterior fragmentación de Pangea y la apertura del Atlántico condicionaron la alineación actual de las Rías Baixas y de las propias islas, que actúan como verdaderos testigos del proceso de rifting oceánico.

El modelado glacial y marino: esculpiendo el paisaje actual

Durante las glaciaciones del Cuaternario, el nivel del mar descendió significativamente, dejando al descubierto amplias zonas de la plataforma continental. Las Cíes, que entonces formaban parte del continente, fueron progresivamente separándose por la acción combinada del ascenso del mar al finalizar las glaciaciones y la erosión costera. Este fenómeno originó la actual configuración insular del archipiélago y el nacimiento de la Ría de Vigo como valle sumergido.

El oleaje atlántico y los vientos dominantes han ido esculpiendo los acantilados occidentales, creando paredes verticales que superan en algunos puntos los 100 metros de altura. Por el contrario, en la vertiente oriental, más protegida, se han formado playas y dunas como la famosa Playa de Rodas, fruto del depósito de sedimentos finos transportados por las corrientes.

Composición litológica: el granito de dos micas

El elemento dominante en la geología de las Islas Cíes es el granito de dos micas, caracterizado por la presencia de muscovita y biotita, junto con cristales de feldespato potásico y cuarzo. Este tipo de granito, originado a gran profundidad y enfriado lentamente, presenta una textura gruesa y una gran resistencia mecánica. Las fracturas naturales, orientadas en sistemas de diaclasas, facilitan la formación de bolos y crestas graníticas que se observan en puntos elevados como el Alto do Príncipe.

En algunas zonas se aprecian filones de aplita y pegmatita, intrusiones más finas que indican episodios tardíos de cristalización magmática. Estos filones han sido parcialmente erosionados, dejando oquedades y formas curiosas en las paredes rocosas.

Procesos de erosión y meteorización en las Cíes

La combinación de meteorización química (debido a la humedad y la salinidad del ambiente marino) y erosión física (viento, oleaje y lluvias intensas) ha modelado el relieve actual de las islas. Se observan ejemplos de tafoni o cavidades alveolares en el granito, producto de la cristalización de sales en las microfracturas. Estas formas dan a las rocas un aspecto rugoso y poroso muy característico del litoral atlántico gallego.

La erosión diferencial ha creado también playas encajadas, calas y ensenadas en las zonas de fracturas más débiles, mientras que los sectores de granito más masivo se mantienen como promontorios resistentes, dando lugar a la alternancia de acantilados y pequeñas playas.

Formación del istmo de Rodas y del Lago dos Nenos

Uno de los elementos geológicos más singulares de las Islas Cíes es el istmo de Rodas, una barra arenosa que une las islas de Monteagudo y do Faro. Este istmo se formó por la acumulación de sedimentos transportados por las corrientes litorales que convergen desde el norte y el sur. Detrás de la barra se generó un lago costero —el Lago dos Nenos— que actúa como sistema de filtración y regula la interacción entre agua marina y dulce.

El istmo y su lago constituyen un ejemplo claro de morfodinámica costera, donde la geología y la oceanografía interactúan para crear un ecosistema único, de gran valor ecológico y paisajístico.

Relieve submarino y plataforma continental

El entorno submarino de las Cíes también presenta un alto interés geológico. La plataforma continental gallega, de pendiente suave, se interrumpe bruscamente en el talud donde comienza el océano profundo. En los fondos circundantes se encuentran cantos rodados, arenas gruesas y afloramientos rocosos que testimonian antiguas líneas de costa. Este relieve submarino favorece la presencia de bosques de algas y comunidades bentónicas de gran diversidad.

Las corrientes y mareas que circulan alrededor de las islas contribuyen a mantener limpias sus aguas y a redistribuir los sedimentos, evitando la colmatación de playas y calas.

Evolución geológica reciente y cambios climáticos

En los últimos milenios, las Islas Cíes han seguido experimentando cambios asociados al ascenso del nivel del mar y a la acción erosiva de tormentas atlánticas. Aunque el granito es muy resistente, el retroceso de los acantilados es constante a escalas geológicas. Los sistemas dunares, por su parte, son especialmente sensibles a la alteración humana y al cambio climático, que puede modificar los patrones de viento y oleaje.

La monitorización actual por parte del Parque Nacional y de instituciones científicas permite seguir la evolución del litoral, la erosión y la biodiversidad asociada a los hábitats geológicos de las Cíes.

Geoformas destacadas en las Islas Cíes

  • Acantilados del Faro de Cíes: espectaculares paredes graníticas modeladas por el Atlántico.
  • Boleras graníticas en el Alto do Príncipe: grandes bloques redondeados producto de la meteorización esferoidal.
  • Cuevas marinas: formadas por la acción combinada del oleaje y la fracturación del granito.
  • Playas encajadas: como la Cala de Viños, generadas en zonas de fractura y erosión diferencial.
  • Campos de bloques: acumulaciones de rocas desplazadas por procesos periglaciares en épocas frías.

Importancia geológica para la biodiversidad

La historia geológica de las Islas Cíes no solo ha creado un paisaje espectacular, sino también los hábitats que sustentan su biodiversidad. Los acantilados graníticos son refugio de aves marinas, las playas y dunas albergan flora adaptada a ambientes salinos y los fondos rocosos submarinos sustentan praderas de algas y bancos de peces. La interacción entre geología y biología es clave para entender el valor ecológico del archipiélago.

Conservación del patrimonio geológico

El reconocimiento de las Islas Cíes como parte del Parque Nacional Marítimo-Terrestre das Illas Atlánticas garantiza la protección de su patrimonio geológico. La regulación del acceso, la limitación de infraestructuras y los programas de educación ambiental contribuyen a preservar este “museo geológico al aire libre” para futuras generaciones.

Es fundamental que los visitantes respeten las normas: no extraer rocas ni fósiles, no abrir nuevos senderos y evitar el deterioro de las formaciones frágiles. Cada piedra y cada estructura cuentan una parte de la historia de la Tierra escrita en granito.

Una ventana al pasado de la Tierra

Recorrer las Islas Cíes con una mirada geológica es viajar en el tiempo hasta el Paleozoico y el Cuaternario, entendiendo cómo colisiones continentales, glaciaciones, cambios del nivel del mar y procesos erosivos han dado forma al archipiélago. Esta perspectiva añade profundidad a la visita y convierte cada playa, acantilado y sendero en una lección viva de geología atlántica.

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